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Asociación de Ayuda al Endeudamiento

El deudor hipotecario no hipotecante

El deudor hipotecario no hipotecante en la Ley de la Segunda Oportunidad es una situación cada vez más frecuente en los Juzgados. Estos clientes son aquellos que han solicitado financiación bancaria poniendo como garantía del pago un bien inmueble de otra persona. Este tercero, propietario de la casa o el local, sería el hipotecante no deudor, figura contemplada en el artículo 1857 del Código Civil.

¿Qué ocurre si tengo una deuda garantizada por el inmueble de un tercero?

Un deudor hipotecario no hipotecante es aquel que figura como único responsable del pago, pero que si no paga comprometerá la propiedad inmobiliaria de un tercero.

Un ejemplo frecuente es aquel pequeño empresario que pide un crédito bancario y para conseguir un importe mayor hipoteca la casa de sus padres. Si el deudor no paga, el banco acreedor tendrá derecho a ejecutar la casa.

Por tanto, podrá requerir judicialmente que dicho bien salga a subasta para cobrar su préstamo del precio que se obtenga por él.

Un Respiro para Deudores Hipotecarios no Hipotecantes

¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad y cómo se aplicaría en este supuesto?

La Ley de la Segunda Oportunidad es un recurso legal diseñado para ofrecer una salida a individuos abrumados por deudas insostenibles. Aunque comúnmente se asocia con la cancelación de deudas no hipotecarias, pocos saben que también puede ser una tabla de salvación para aquellos que enfrentan desafíos en el ámbito hipotecario, incluso si no están directamente vinculados a la propiedad.

En este caso, si el deudor cumple los requisitos de la Ley, será perdonado del pago de este crédito también a título personal y saldrá de la CIRBE consecuentemente. No obstante, deberá tener en cuenta que los dueños del inmueble tendrán que llegar a un acuerdo con el banco acreedor.

Soluciones con el banco para no perder un inmueble de un tercero con hipoteca

Lo recomendable sería que el crédito hipotecario fuera al corriente de pagos y poder subrogar el préstamo en los titulares de la propiedad. No obstante, esto no siempre es posible. En todo caso, una vez el deudor esté exonerado, habrá que tratar de llegar a un pacto con el banco acredor.

Este acuerdo suele consistir en alguna de las siguientes opciones:

  1. Firmar un nuevo préstamo para abonar la deuda total o parcialmente
  2. Buscar un comprador para la casa y con ese precio saldar la deuda
  3. La dación en pago del inmueble al banco
  4. Un alquiler social de la vivienda previa dación en pago para cancelar la deuda y la carga hipotecaria

Desde la Asociación de Ayuda al Endeudamiento llevamos solucionando estos complejos problemas desde 2012. Por ello, son muy frecuentes los clientes que eligen asociarse en lugar de buscar un abogado mercantil cuando quieren acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad.

Ventajas de Acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad

1. Suspensión de pagos y protección del patrimonio hipotecado

El primer beneficio que proporciona la Ley Concursal es la posibilidad de suspender posibles embargos y ejecuciones, incluyendo los que vayan sobre el patrimonio ajeno del concursado siempre que sus deudas sean el motivo.

Esto propicia ganar un respiro y algunos meses que permiten al deudor y sus avalistas preparar una buena estrategia de cara a negociar con el banco sin soportar embargos o un aumento excesivo de los intereses de la deuda.

2. Cancelación de deudas

Uno de los mayores beneficios de la Ley de la Segunda Oportunidad es la posibilidad de cancelar todas las, incluso hipotecaria, al deudor solicitante. Esto incluye préstamos personales, tarjetas de crédito y otros compromisos financieros que contribuyen a la carga económica del interesado.

3. Reestructuración de Deudas Hipotecarias

Aunque no seas el titular del bien hipotecado, la Ley también permite la reestructuración de las deudas hipotecarias indirectas. Esto implica la negociación de condiciones más favorables con los acreedores hipotecarios, allanando el camino para una carga financiera más manejable. Aquí el arma más poderosa es la presión que ejerce sobre el acreedor la declaración de concurso de acreedores.

4. Fresh Start Financiero

Al acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad, te embarcas en un viaje hacia un ‘fresh start’ financiero, término anglosajón muy utilizados por los Jueces, que hace referencia a empezar de nuevo sin deudas. Este proceso legal te brinda la oportunidad de reiniciar tu vida económica sin el lastre de las deudas pasadas, permitiéndote construir un futuro más estable y libre de preocupaciones financieras.

Conclusión: empezar de cero de todas las deudas bancarias

El deudor hipotecario no hipotecante en La Ley de la Segunda Oportunidad también puede buscar refugio. Es un faro de esperanza para aquellos insolventes que tienen como avalistas a otros dueños de inmuebles.

Al comprender sus beneficios y asesorarte con nuestro equipo gratuitamente, saldrás de dudas y conocerás tus derechos. Tanto a ti como a tu avalista os ayudaremos a acabar con esa pesadilla.

Estarás un paso más cerca de liberarte de las cadenas de la deuda y embarcarte en un nuevo capítulo de estabilidad financiera. ¡Descubre tu camino hacia la segunda oportunidad hoy mismo!

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